La procrastinación no es solo una falta de voluntad, sino una trampa psicológica que te mantiene en una zona de confort falsa. Puede ser el miedo al fracaso, la falta de motivación o incluso la perfección que buscas en cada paso que das. Te hace sentir que aún no estás listo, que todavía necesitas más tiempo, más preparación. Pero, en realidad, solo estás postergando el inevitable.

Si estás leyendo esto, es porque en algún lugar dentro de ti sabes que es hora de cambiar. Sabes que no puedes seguir viviendo en un ciclo de decisiones no tomadas, de metas no alcanzadas. Te mereces más que eso, y la procrastinación ya no puede ser tu excusa.